lunes, 23 de abril de 2007

OTTAWA (Reuters) - Mark Small está harto de que le retraten como un asesino sediento de sangre por participar en el sacrificio anual de unas 300.000 focas, con cuyas vidas se acaba a tiros o golpeándolas hasta la muerte en la costa este canadiense.
"Te proporciona un sentimiento terrible como ser humano", dijo Small, cazador veterano de Terranova. "No somos una estirpe de salvajes crueles que salen de la selva".
Mientras los defensores de los derechos de los animales preparan sus protestas para la caza de este año, los cazadores de focas se quejan de que nadie quiere escuchar su opinión.
La caza es una operación estrechamente controlada por Ottawa, golpearlas es la forma mejor de matarlas, y además se apoya una forma de vida tradicional, alegan.
Sin embargo, sus detractores, que saben que acaparan la atención mediática, se aseguran de captar más fotos de hombres golpeando a crías con bastones sobre el hielo teñido de rojo, una pesadilla para la imagen de los cazadores y para el Gobierno canadiense.
Los manifestantes, respaldados por el músico Paul McCartney y la actriz Brigitte Bardot, dicen que el sacrificio de animales para obtener su piel es un acto bárbaro.
"Sabemos que esta caza es cruel e insustancial y, para hablar con bastante sinceridad, debería haber terminado hace muchas décadas", dijo Rebecca Aldworth, de la Humane Society de Estados Unidos.
Buena parte de la caza se realiza en abril en las costas de Terranova, un lugar de difícil acceso. La mayoría de la atención mediática tiene lugar en las primeras fases de una temporada que este año comenzará el 28 de marzo.
"Han dicho públicamente que somos bárbaros y masacramos focas", declaró Jean-Claude Lapierre, director de la asociación de cazadores de focas de las islas Magdalena. "Nuestra reputación ha sido pisoteada en todo el planeta".
Algunos de los cazadores temen que los activistas logren su propósito y acaben con una forma de vida centenaria.
La Comisión Europea, presionada por el Parlamento Europeo para que prohíba todos los productos de focas canadienses, dice que investigará esta práctica.
Aldworth es optimista: "Creo que las implicaciones son muy graves para la caza de focas en Canadá". Sus palabras fueron condenadas por el ministro de Pesca de Canadá, Loyola Hearn, que no está a favor de las protestas. Continua ... © Reuters 2007. Todos los derechos reservados.