lunes, 23 de abril de 2007

Se llama “Playa” porque apareció en la playa de Torregarcía y a los biólogos que la bautizaron lo de Torregarcía les pareció poco apropiado para una cría de foca. Playa está un poco perdida. Es una foca casco, una especie de aguas frías que vive en el ártico, que llegó a la costa de Almería nadie sabe muy bien cómo. Dicen los biólogos que pasa de cuando en cuando, que forma parte de una curiosa estrategia vital para garantizar la supervivencia de la especie. Cada año, algunas crías dejan la manada para colonizar nuevas áreas de costas. Sólo una de cada mil focas aventureras prospera en el intento, el resto muere. Playa ha tenido mucha suerte.
Desde que la Guardia Civil la recogió en la playa, la noche del pasado martes, Playa ha ganado cuatro kilos. Apenas pesaba 30 cuando llegó y estaba muy débil, agotada después de un largo viaje por unas aguas demasiado calientes. Ahora está en Málaga junto con Xana, otra foca de su misma especie y tal vez de su misma manada que apareció hace unos días en la costa de Cádiz. La están cuidando los biólogos del CREMA, el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas. Dentro de unos días, cuando Xana y Playa estén recuperadas, las soltarán en las aguas del atlántico para que así puedan encontrar el camino a casa.
Foto: Fran Leonardo / La Voz de Almería